
La Lírica Renacentista


La lírica

Un rasgo destacado de la renovación lírica que se produce en la literatura española es la introducción de la estética italiana y sus influencias. Esta lírica aporta las influencias de Platón y de otros filósofos como Plotino y San Agustín que, combinadas con la doctrina cristiana, aportan otra nueva concepción del amor: il dolce still nuovo. El adalid de este nuevo estilo será Petrarca quien, ya en el siglo anterior, había sentado las bases de la poesía renacentista tanto en temática como en métrica.
Este nuevo estilo proveniente de Italia había sido ensayado por algunos autores como el Marqués de Santillana en el siglo XV. Sin embargo, es justo en el siguiente siglo cuando el ambiente está lo suficientemente preparado para acoger y valorar lo que entrañaba este cambio de dirección poética.
En 1526 sucede un hecho que revoluciona la lírica española. En la boda de Carlos I con isabel de Portugal coinciden Juan Boscán y el embajador veneciano Andrea Navaggiero. Éste induce a Juan Boscán a adoptar en lengua castellana las nuevas artes de los poetas italianos. El hecho de que este cortesano se sienta fascinado por la nueva estética italiana y la difunda, sumado al agotamiento de la poesía de cancionero como producto estético,provoca la renovación de la lírica.
Juan Boscán, barcelonés, es el precursor de esta renovación y la da a conocer a su amigo Garcilaso de la Vega, que llevará a la lírica castellana a su máximo esplendor renacentista.