Santa Teresa de Jesús nació en Ávila en 1515. La desmedida crudeza de la penitencia que ella misma se impone tras ingresar en la orden religiosa quiebra gravemente su salud. Ella misma dice encontrar la raíz de su mal, la enfermedad mística. En 1539 cayó en un coma tan profundo que llegaron a rezarle los responsos del funeral, pero despertó finalmente, necesitando tres años para recuperarse del todo. Este quiebre de la salud coincide con una crisis espiritual que acaba en una total conversión  en la que goza de profundos momentos de misticismo. Surge entonces una nueva mujer, polémica por sus visiones y experiencias místicas. En 1562 funda el primer convento en su larga andadura como  reformadora. Muere en 1582.

 

Sus obras se clasifican en autobiográficas donde destacan las Cartas o el Libro de las fundaciones ; en obras ascéticas y místicas donde encontramos las Poesías, Camino de Perfección o Las Moradas o Castillos interiores.

Son poemas de tono fervoroso y dicción sencilla en los que destacan temas como la unión con el amado, el vivo anhelo de esa unión , la hermosura de Dios y la entrega total a la voluntad divina.